El estigma hace que la gente esté en silencio sobre sus experiencias personales, y el silencio alimenta la complacencia pública con ataques políticos y mitos destructivos.
Investigadores definen el estigma del aborto como “una comprension compartida de que el aborto es moralmente incorrecto y/o socialmente inaceptable.” El estigma crea incomodidad sobre el aborto, lo cual contribuye a la desinformacion y la falta de conocimiento sobre el aborto. Cuando hay falta de información y conocimiento, los defensores del aborto son demasiados dispuestos a llenar el vacio con información incorrecta e información falsa.
El estigma del aborto daña a las personas que han abortado y a las personas que realizan los abortos. Causa vergüenza, silencio y aislamiento. Hace que sea más difícil para pedir ayuda para las personas que ocupan un aborto. Las investigaciones han demostrado que “la mayoría de las personas que consideran el aborto reciben cierto estigma del aborto, que se asocia con angustia psicológica años después.”
Todos debemos luchar contra el estigma del aborto y proteger la salud y el bienestar de los pacientes antes, durante y después de sus abortos.