A juzgar por los titulares de los dos últimos años, se podría pensar que el país está dividido con respecto a Planned Parenthood. Y aunque es cierto que los servicios que ofrecen los centros de salud de Planned Parenthood —anticoncepción, aborto, educación sexual, atención para la afirmación de género y más— son cada vez más difíciles de prestar, eso se debe a un pequeño número de legisladores, no a que el público no nos apoye.
Como suelo decir, en Planned Parenthood estamos preparados para esto. A pesar de todos los obstáculos que nos ponen los legisladores, los centros de salud de Planned Parenthood siguen prestando la atención que los pacientes de todo el país esperan y merecen.
Es por ello que Planned Parenthood Federation of America se siente agradecida, honrada y nada sorprendida por los resultados de una nueva encuesta nacional (disponible en inglés) que muestra que casi 8 de cada 10 estadounidenses apoyan a Planned Parenthood y la consideran un recurso valioso en las comunidades locales.
Porque no importa qué terrible proyecto de ley se esté debatiendo en cualquier cámara estatal o comité del Congreso, el personal de los centros de salud de Planned Parenthood, dedicado, compasivo y cualificado, acude en ayuda de los pacientes. Cada año, más de 2 millones de personas visitan los casi 600 centros de salud de Planned Parenthood de todo el país, y millones más acceden a información en línea sobre salud sexual y reproductiva.
Como muestra la nueva investigación (disponible en inglés), el mayor apoyo a Planned Parenthood procede de las mujeres, los adultos menores de 35 años y las comunidades negras, latinas y de ascendencia asiática o de las islas del Pacífico (AAPI, por sus siglas en inglés). Y ¡vaya si sentimos orgullo por ello! Sabiendo cómo las disparidades en la atención de la salud sexual y reproductiva afectan a estas comunidades, la atención que brindan los centros de salud de Planned Parenthood no solo es de confianza, sino esencial.
Todo lo que hace Planned Parenthood está al servicio de nuestra misión de garantizar que todas las personas puedan obtener la atención y la información que necesitan para llevar una vida sana. Todos los días, a toda hora, el personal de Planned Parenthood Federation of America se pregunta: “¿Incrementa esto el acceso a la atención médica?”. Y los médicos, los profesionales clínicos y el personal de los centros de salud de Planned Parenthood se preguntan cómo pueden atender a las personas que llaman, entran en sus centros o se conectan para realizar visitas virtuales.
Saben que no es poca cosa confiar en un proveedor, que es necesario romper el silencio y la vergüenza que con demasiada frecuencia rodean a la salud sexual y reproductiva. La confianza es tan fundamental para los proveedores de los centros de salud de Planned Parenthood como un estetoscopio o un espéculo. Más de tres de cada cuatro adultos (77%) dicen que confían en que Planned Parenthood les proporcione información honesta, incluyendo el 93% de los liberales y más de la mitad (55%) de los conservadores. Esto demuestra que la atención a la salud sexual y reproductiva trasciende la identificación ideológica.
Tres cuartas partes de los estadounidenses de todos los grupos demográficos e ideológicos también dicen que les preocuparía la pérdida de servicios de salud reproductiva y atención preventiva a bajo costo si desaparecieran los centros de salud de Planned Parenthood. Entienden que los centros de salud de Planned Parenthood llenan un vacío importante en la tensa infraestructura de salud pública de nuestro país, satisfaciendo las necesidades de muchas personas —incluyendo a personas jóvenes, inmigrantes y personas con bajos ingresos— que no pueden obtener atención en otro lugar. Los resultados de la encuesta muestran que casi todos los adultos (96%) están de acuerdo en que es importante que personas de todos los ingresos tengan acceso a servicios de salud reproductiva.
Pero la realidad en nuestro país es que demasiadas personas no pueden pagar por sí solas ni siquiera los servicios básicos de salud reproductiva, como las pruebas de detección del cáncer o los métodos anticonceptivos. Nuestros gobiernos locales, estatales y federales tienen un papel que desempeñar, según nueve de cada 10 adultos (91%) que afirmaron que es importante que el gobierno federal proporcione financiación para que las personas con bajos ingresos puedan acceder a atención de salud reproductiva.
Sentimos gran orgullo del apoyo que Planned Parenthood recibe de personas de todas las edades, razas, etnias, niveles de ingresos e ideologías. Pero sentimos aún más orgullo de la confianza que ese apoyo demuestra: la confianza en que las organizaciones de Planned Parenthood de todo el país seguirán presentes para garantizar el acceso a una atención médica de alta calidad y bajo costo, así como a información imparcial y precisa, todos los días y siempre
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