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Alguien nos preguntó: Tengo 55 años, ¿por qué me duele y sangro al tener relaciones sexuales? Además, me da comezón y soy muy reseca en mi parte íntima.

 

El sangrado vaginal y dolor con el sexo, así como la resequedad en la vulva y vagina, pueden deberse a la atrofia vaginal. La atrofia vaginal es una condición bastante común entre las personas en la menopausia y posmenopausia. 

¿Qué es la atrofia vaginal?

El estrógeno ayuda a mantener la vagina saludable, es decir lubricada, con sus paredes gruesas y elásticas. Cuando baja el nivel de estrógeno en el cuerpo, como sucede en la menopausia, las paredes de la vagina se adelgazan y resecan. A esta condición se le conoce como atrofia vaginal (o vulvovaginal). 

La atrofia vaginal causa síntomas que pueden afectar de forma profunda la calidad de vida y la sexualidad de las personas que la sufren. Desafortunadamente, muchas personas no hablan de sus síntomas, no saben que pueden manejarse y se resignan a vivir con ellos. 

¿Cómo sé si tengo atrofia vaginal?

Los síntomas de la atrofia vaginal incluyen resequedad, irritación, picazón, incomodidad, ganas de orinar con mayor frecuencia y urgencia, e incontinencia urinaria. Uno de estos síntomas, la resequedad vaginal, además puede provocar dolor al hacer ejercicio, tener sexo vaginal u orinar. 

Las personas con vagina reseca también pueden sangrar después del sexo vaginal y tener infecciones frecuentes del tracto urinario (ITU) o por levaduras/hongos vaginales. Además, cuando la vagina está reseca, los genitales externos (la vulva) también se resecan. Esto puede provocar irritación por el roce con la ropa interior o al hacer actividades normales como caminar y sentarse.

¿A quién le puede dar atrofia vaginal?

La atrofia vaginal es bastante común y puede suceder a cualquier edad en personas adultas: 

  • Antes de la menopausia, se presenta en más o menos el 17% de las personas con sexo femenino asignado al nacer.
  • En la menopausia y posmenopausia, aproximadamente la mitad de las personas con vagina sufren esta condición.

¿Qué causa la atrofia vaginal?

Los niveles bajos de estrógeno en el cuerpo causan atrofia vaginal, por eso esta condición es tan común en las personas que están en la menopausia o posmenopausia. Pero hay otras situaciones en las que también hay cambios en los niveles hormonales y que también pueden causar atrofia vaginal:

  • amamantar (dar pecho) y dar a luz
  • tomar anticonceptivos hormonales
  • recibir tratamientos para el cáncer, como quimioterapia y terapia hormonal
  • padecer diabetes
  • tomar ciertos medicamentos, como algunos antidepresivos y antihistamínicos (para las alergias), o algunos que se usan para tratar la endometriosis o los fibromas (miomas) uterinos
  • que te quiten los ovarios.

Por otra parte, usar jabones y sprays perfumados en los genitales, así como las duchas vaginales, puede causar resequedad vaginal en personas que no tienen atrofia vaginal. 

¿Cómo se trata la atrofia vaginal?

Cuando la atrofia vaginal se presenta en personas que aún no llegan a la menopausia, a veces se resuelve por sí sola. Por ejemplo, la atrofia vaginal causada por la lactancia desaparece una vez que la persona deja de amamantar. 

Cuando la baja de estrógeno es permanente (por la menopausia o tratamientos médicos), existen varias alternativas para tratar los síntomas de la atrofia vaginal:

  • Pasar más tiempo en los juegos previos al sexo (foreplay) para aumentar la excitación y la lubricación vaginal.
  • Usar lubricantes vaginales antes de tener sexo y así ayudar con el dolor. Como sus efectos son temporales, es necesario aplicarlos cada vez que tengas sexo.
  • Usar hidratantes vaginales que ayudan a aliviar los síntomas de resequedad vaginal. Vienen en cremas, geles o supositorios vaginales que deben aplicarse por la noche varias veces por semana (para que al estar acostadx se puedan absorber y no se escurran por la vagina cuando estás de pie). Los síntomas pueden tardar varias semanas en mejorar y regresan cuando dejas de usar los hidratantes. 
    • Hay hidratantes vaginales con base en aceites y de ácido hialurónico. 
    • Nunca uses vaselina (petrolato) como hidratante vaginal. No solo puede irritar tu vagina y vulva, sino que también aumenta tu riesgo de contraer una infección.  
  • Usar estrógeno vaginal, que puede ser en crema, comprimidos o anillos y requiere receta médica. Las cremas y comprimidos se aplican directamente en la vagina. Los anillos con estrógeno se colocan en la vagina y deben cambiarse aproximadamente cada 3 meses. Aunque este tratamiento es efectivo, no es adecuado para todas las personas. 
  • Tomar pastillas de ospemifeno, que es un medicamento que funciona como el estrógeno y ayuda con el sexo doloroso provocado por la atrofia vaginal. Requiere receta médica y puede aumentar el riesgo de cáncer del endometrio y accidentes cardiovasculares. 

La menopausia no es una enfermedad, es una etapa natural e inevitable de cambio. Si tienes síntomas de atrofia vaginal y esto está afectando tu calidad de vida y tu capacidad de disfrutar de tu sexualidad, no dudes en consultar un doctorx, como los que hay en los centros de salud de Planned Parenthood, para que te diagnostique y te recete un tratamiento adecuado. 

¡Gracias por tu pregunta!

 

Etiquetas: menopausia, perimenopausia, posmenopausia, atrofia-vaginal, estrogeno, resequedad-vaginal, sexo-doloroso

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